Rara es la semana en la que no aparece publicada en la prensa alguna noticia sobre las consecuencias que tiene “vivir la fiesta al máximo”. Una actitud que miles de jóvenes, tanto mayores como menores de edad, desarrollan durante los fines de semana en nuestro país.
Botellones, drogas, peleas y sexo desenfrenado dan lugar a titulares como “Aumenta el número de embarazos no deseados” o “Muere apuñalado un joven de 18 años en la puerta de una discoteca”. Algo que la mayoría piensa que nunca le puede pasar pero que, mientras se adentran en el mundo desbocado de la noche parecen olvidar.
Mentiras y gordas habla de un grupo de jóvenes que están descubriendo la vida y buscan en sus relaciones la solución a sus problemas: seres que viven el delirio furioso de la noche, que se cruzan y entremezclan en playas, discotecas, bares, terrazas y chill outs, rodeados de música. Pero al amanecer, con el sol, aparecen también el bajón, la realidad y los sentimientos.
Y es que uno de los verdaderos problemas de estas fiestas es el alcohol. Según se publicaba en los medios de comunicación recientemente, un grupo de psicólogos piensan que los jóvenes españoles se emborrachan para perder la vergüenza y ligar más. Un argumento al que se suma la importancia de integrarse en el grupo y desconectar de la semana.
Resulta incomprensible que los jóvenes de hoy en día necesiten el alcohol para sentirse más libres, pero es algo que queda demostrado con datos y cifras en el último estudio que analiza el consumo de bebidas alcohólicas entre los más jóvenes, basado en 23.000 entrevistas a menores de 12 a 18 años de toda España: los jóvenes comienzan a beber a los 13 años y de forma asidua entre los 14 y los 16. Además, 1 de cada 10 menores se emborracha más de 30 veces año, y la mayoría de los que han padecido estos efectos son chicas.
«El uso desmesurado de las nuevas tecnologías (el ordenador, el iPod…) está haciendo que nuestros jóvenes estén perdiendo las herramientas de socialización y que acudan a estimulantes para potenciar las pocas que tienen. Además, el hecho de no ser discriminados del grupo tiene mucho peso hoy día y hace que muchos se inicien», explica Francesc Xavier Altarriba, autor del libro Adolescentes y alcohol: claves para comprender a tus hijos, que analiza la situación en España.
Pues bien, en el film español, dirigido por Alfonso Albacete y David Menkes, un grupo de jóvenes se prepara para lo que va a ser el verano de su vida en Alicante, entre secretos, mentiras, sexo, confusión, noche y fiesta, reproduciendo al milímetro todos los problemas que la juventud sufre en la sociedad. Finalmente, los jóvenes comprenden que no son conscientes de que en ese viaje iniciático, una vez comenzado no se puede echar marcha atrás, que las mentiras se van haciendo cada vez más grandes y que amar significa hacer daño.
Protagonizada por un elenco de jóvenes promesas que actualmente triunfan en la pequeña y gran pantalla: Mario Casas, Ana de Armas, Yon González, Ana Polvorosa, Marieta Orozco, Duna Jové, Esmeralda Moyai, Clara Pradas, Maxi Iglesias, Asier Etxeandia, Hugo Silva y Alejo Sauras, el proyecto de Mentiras y Gordas va unido desde el principio a una reflexión sobre la levedad e ingravidez en la que se desarrolla la vida durante la etapa de la juventud.
Los directores no pretendían hacer propiamente una película generacional, sino que querían hablar de individuos que aún están en plena transición, en medio de un viaje a ninguna parte concreta, con sus confusiones, sus problemas, sus sentimientos y su futuro incierto. Necesitaban que cada uno de los personajes fuera reconocible en su lado más humano, que fueran antihéroes urbanos en busca de su otro yo y deseaban también que todos utilizaran la mentira como parte importante de sus vidas, que se mintieran a sí mismos sobre lo que realmente sienten y evidentemente lo hicieran también los unos con los otros.
Apuntes
– Han sido cuatro años de trabajo, de búsqueda, de encuentros y desencuentros hasta que por fin «Mentiras y Gordas» ha tomado vida. Algunos han crecido con el proyecto y han tenido que abandonarlo y otros se han incorporado renovando las ilusiones.
– El tema principal de la película, “La verdad”, es de Fangoria y habla de la relatividad de las cosas, en lo que se puede creer o no creer y en la distorsión de la realidad, es decir, que normalmente suele ser diferente aquello que te cuentan a lo que sucede realmente en la vida.
– Albacete y Menkes regresan, en cierta manera, al mundo que ya transitaron en Más que amor, frenesí, su debut en el largometraje junto a Miguel Bardem, y Atómica. Un universo que parecía que no iban a volver a visitar tras dirigir comedias románticas como Sobreviviré, I Love You, Baby o Entre vivir y soñar.
la peli es estupenda verla!!
i ademas los prottas estan buenossimos jeje:)