El cine es ficción, pero en ocasiones nos muestra la más cruda realidad. Catástrofes, problemas amorosos o muertes por enfermedad son algunos de los temas que más proliferan entre los carteles de la gran pantalla.
En esta ocasión nos vamos a centrar en el apartado de las enfermedades. Los problemas psicológicos, trastornos de la personalidad, la soledad… suelen ser el comodín de los directores de cine para dotar de especial relevancia a alguno de sus personajes. Pero no vamos a hablar de este tipo de problemas, sino que nos vamos a centrar en enfermedades de más peso como pueden ser el cáncer y el VIH, metiéndonos en la piel de pequeños actores.
Y es que no son sólo los adultos los que se ven sometidos a este tipo de enfermedades en la gran pantalla, en los últimos años hemos podido ver grandes producciones en las que las enfermedades se apoderan de los más pequeños. Por ello destacamos las siguientes películas:
Que nada nos separe (1995): es la traducción en español del filme The Cure, una película dirigida por Peter Horton. En ella se narra la historia de Erik, un chico de 12 años que vive con su madre y al que le cuesta hacer amigos. Con el único que parece congeniar es con su vecino Dexter, un niño de 11 años enfermo de SIDA, a causa de una transfusión sanguínea. Pese a los prejuicios y a las habladurías del resto de la sociedad, Erik y Dexter se entenderán y serán capaces de entablar una bonita amistad. Con el fin de luchar contra la enfermedad de Dexter, Erik planeará un viaje haciendo por un tiempo a su amigo olvidarse de lo dura que es una enfermedad de este tipo y la cual Erik pretende curar a base de amistad, alegría, cariño y todo tipo de dulces.
Planta 4ª (2003): es un filme dirigido por Antonio Mercero y rodado en el Hospital Príncipe de Asturias (Alcalá de Henares, Madrid).
Planta 4ª narra las aventuras y las historias de Miguel Ángel (Juan José Ballesta), Izan, Dani y Jorge, un grupo de adolescentes de 15 años que se encuentran hospitalizados a causa de sus enfermedades en la planta de traumatología de un hospital. Su alegría y sus pequeñas travesuras les harán más llevadera la estancia en el centro. Pese a ello siempre hay que mostrar el lado negativo de la historia y es que al fin y al cabo son niños con temor, ganas de soledad, la mirada en el recuerdo…
Una dura historia que refleja las consecuencias de una enfermedad tan mortífera como el cáncer, cuando no es cogida a tiempo.
Camino (2008): el último éxito de Javier Fesser nos narra una historia inspirada en hechos reales, en la que la protagonista, Camino, una niña de once años se enfrenta a la muerte. Su familia perteneciente al Opus Dei influirá en la niña y en su forma de morir. Camino es una niña fuerte que luchará contra la muerte intentando abrir todas las puertas posibles y saltando todas las barreras que se levanten a su paso y que pretenden en vano sumir en la oscuridad su deseo de vivir, amar y sentirse definitivamente feliz.
Estos tres filmes nos retratan la lucha y el afán de superación de tres niños enfermos, las ganas de vivir de éstos pese a que sus respectivas enfermedades pretenden llevárselos por delante y el gran trabajo de tres directores concienciados con la actualidad.
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