Son admirados, amados y odiados a la vez por sus fans, fotografiados, parados por la calle en busca de sus autógrafos, son niños prodigio.
La fama les llega muy pronto y no todos saben llevarla bien. Sus cuentas corrientes suben como la espuma, pese a que ellos no son conscientes de este hecho. Las cámaras los adoran, los quieren y el público ve en ellos reflejada su infancia, sus deseos…
Los niños que protagonizaron la mítica serie de Farmacia de Guardia no llegaron tal vez a tales extremos, pero en su momento si que fueron un boom. Algunos aprovecharon esta oportunidad y continuaron en el mundo del espectáculo, de las series, el cine. Otros sin embargo, dieron de lado a la caja tonta y encaminaron su vida hacia el mundo académico.
En esta ocasión ponemos la vista en el pasado y con mucho entusiasmo recordamos a los niños que durante cuatro años nos hicieron pasar ratos amenos, entre medicinas y más medicinas.
Por si no hay mañana 